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apartarlo a un lado y penetrar si era necesario.
Perdóneme dijo Langley . ¿Tiene usted una nueva doncella, alta, pelo negro?
Señor, a mi amo le gusta la intimidad.
Langley agitó sobre sus narices un rollo de grandes billetes.
Malo. Eso me interesaba mucho. Yo únicamente quería hablar con ella.
Entró, dejando a su informante esperando fuera. El aire era espeso y húmedo, la luz de
un verde fluido amarillento que dolía a los ojos. Los seres de los mundos exteriores
empleaban sirvientes nativos para su prestigio, pero debían pagarles muy bien. El
pensamiento de que él había sido quien impulsó a Marin a vivir en aquel pantano artificial
era como unos dientes mordiéndole el alma.
Ella estaba de pie en el centro de una cámara llena de niebla. Gotas condensadas
relucían en su cabello. Ojos no sorprendidos le miraron con gravedad.
He venido susurró. Sabía que lo harías.
¿Puedo... puedo decirte cuánto lo siento?
No es necesario, Edwy. Olvídalo.
Regresaron a la calle. Langley pagó a su informante y consiguió la dirección de un
hotel. Caminó hasta allí, cogiéndola de la mano, pero nada dijo hasta que estuvieron
seguros y a solas.
Entonces la besó, medio temeroso de que ella lo rechazase. Pero la muchacha
respondió con súbita hambre.
¡Te amo...! dijo él. Era un nuevo y sorprendente conocimiento. Ella sonrió.
Creo que el sentimiento es mutuo.
Más tarde, le contó lo que había ocurrido. Era como encender una luz detrás de sus
bellos ojos.
¿Y podremos escapar? preguntó con suavidad . ¿Podremos empezar de nuevo?
Si supieses lo que he soñado desde que...
No tan de prisa la seriedad le volvía; ponía un filo cortante en su voz mientras
retorcía los dedos nervioso . Esta es una situación bastante complicada. Creo que sé lo
que hay tras ella... aunque quizás puedas tú ayudarme a completar la imagen.
«Me he probado a mí mismo que el Tecnicado fundó la sociedad y que la usa como
espía y agente de infiltraciones económicas. Sin embargo, el Tecnicado está escondido
en alguna caverna de alguna parte. No puede salir y supervisar los asuntos, tiene que
confiar en la información que les suministran sus agentes. Algunos de estos agentes son
oficiales, parte del gobierno solar; otros semioficiales, miembros de la sociedad; algunos
verdaderamente, espías en otros planetas.
«Pero ya sabes que dos pueden jugar al mismo juego. Hay otra raza por aquí que tiene
una mentalidad muy parecida a la del Tecnicado, una masa mental fría, impersonal, que
planea con un siglo de anticipación y es capaz de esperar indefinidamente para ver cómo
florece la semilla sembrada, Y esa es la raza de Thrym. Su práctica mental de unirse les
hace de esa clase: Un individuo no importa, porque en un verdadero sentido real cada
individuo es sólo una célula dentro de una enorme unidad. Tú puedes verlo operar en el
caso de la Liga, en donde silenciosamente han ocupado las posiciones clave, se han
hecho a sí mismos, amos tan gradualmente que los Thorianos apenas hoy se dan cuenta.
¿Y crees que se han filtrado en la Sociedad? preguntó ella.
Sé condenadamente bien que si. No hay otra respuesta. La Sociedad no entregaría a
Saris Brannoch si fuese verdaderamente independiente. Sé que el Tecnicado piensa que
todavía posee la Sociedad y que ella jamás daría una ventaja a Centauro.
Pero la va a dar, según tú dices protestó ella.
Ajaja. Aquí está la explicación tal como la veo. La Sociedad incluye una buena
cantidad de razas, una de estas razas es la Thrymana. Probablemente no son
oficialmente de Thrym. Pueden haber sido colocados en un mundo similar... quizás con
cambios quirúrgicos en su aspecto físico... y hacerse pasar a sí mismos como nativos.
Han conseguido hacerse miembros de la burocracia por el proceso normal del ascenso y,
siendo capaces con el tiempo de subir bastante alto, no han podido por menos de conocer
la verdad: que el Tecnicado estaba detrás de todo el espectáculo.
«¡Qué vendaval para todos! Deben haber introducido en la sociedad principios
generales, para controlar otro grupo humano, pero también han conseguido progresos en
el propio Tecnicado. Pueden preparar informes que consiguen de la Sociedad... no todos,
sino bastantes. La fuerza ha de ahorrarse para ocasiones especiales, porque la máquina
debe tener unidades comparadoras de datos. Tiene que ser capaz de sospechar, para
poder trabajar. Esta es una ocasión especial.
«Chanthavar, Brannoch y Valti estaban todos actuando con propósitos cruzados
porque no había habido tiempo para consultar al Tecnicado; de otra forma se habría dicho
normalmente a Valti que no se metiese en el asunto, o al menos que cooperase, con
Chanthavar. Cuando se informó el Tecnicado, ya lo sabes, este ordenó la libertad de Valti.
«Pero entonces los Thrymanos se pusieron a trabajar. Aún prisioneros, deben haber
tenido contacto con sus agentes exteriores, incluyendo los Thrymanos de alto rango de la
Sociedad.
«Yo no sé exactamente que de historias se han proporcionado al Tecnicado. Como
hipótesis, sugiero algo así: un navío comercial acaba de volver con noticias de un nuevo
planeta habitado por una raza que posee las habilidades de Saris. Han sido estudiados y
se ha descubierto que no hay manera de duplicar artificialmente ese efecto nulificador.
Los Thrymanos son perfectamente capaces de cocinar tal informe completo con datos
cuantitativos y teorías matemáticas, apostaría a que sí.
«Está bien. Este informe, hipotéticamente elaborado para su propio bien, entregado a
la Sociedad, llega hasta el Tecnicado. La máquina toma una decisión muy natural. Que
los Centaurianos se hagan con Saris, que pierdan el tiempo investigando en un callejón
sin salida. Tiene que parecer real, para que Brannoch no sospeche; por lo tanto, trabajar
mediante Valti, sin informar a Chanthavar.
«Así que... el resultado final es que Centauro conseguirá el nulificador. ¡las primeras
noticias que el Tecnicado tenga acerca de esto será que la flota invasora llega capaz de
poner fuera de circulación a toda nave dentro del sistema solar!
Marin no respondió durante un rato. Luego asintió.
Parece lógico dijo . Condenadamente lógico. Ahora recuerdo... cuando yo estaba
en casa de Brannoch, poco antes de conocerte a tí, que él hablaba con aquel tanque.
Mencionó algo acerca de que Valti le oponía dificultades y que se buscaba grandes pasos
que le asesinasen y el tanque le prohibió hacerlo. ¿Tendremos que decírselo a
Chanthavar?
No contestó Langley.
¿Pero tú quieres que ganen los Centaurianos?
Enfáticamente no. Yo no quiero una guerra en absoluto y dejar salir esta información
de manera prematura sería el modo más seguro de comenzar la guerra. ¿No puedes ver
el salvaje forcejeo que se armaría para cubrirse, para purgarse, para golpear en seguida
antes de que el otro reaccionase?
«El hecho de que Brannoch mismo esté en la oscuridad, de que nada sepa acerca de
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